lunes, 22 de octubre de 2012

la homofobia



Homofobia

El término homofobia hace referencia a la aversión (fobia, del griego antiguo Φόϐος, fobos, ‘pánico’) obsesiva[1] contra hombres o mujeres homosexuales, aunque generalmente también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y los hombres con ademanes tenidos por femeniles o las mujeres con ademanes tenidos por varoniles. El adjetivo es "homófobo" u "homofóbico".
Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia,[2] [3] sino simplemente una opinión igualmente respetable como la aprobación.
Homofobia no es un término estrictamente psicológico. Se calcula que cada dos días una persona homosexual es asesinada en el mundo debido a actos violentos vinculados a la homofobia.[4] Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y 8 los condenan a muerte.[5

 



 


Origen del término

No debe confundirse con el prefijo en latín, homo, que significa ‘hombre’. Este neologismo combina las palabras griegas fobia (‘miedo’), con homo, apócope de «homosexual» (‘sexo con lo igual’), formado por el prefijo homo (‘igual’) y sexual.
El significado corriente es ‘fobia a la homosexualidad’.
En el sentido de fobia a la homosexualidad, la palabra fue utilizada por vez primera, en inglés, en 1971 por el psicólogo estadounidense George Weinberg.[6] [7] Weinberg afirma haberla pensado por primera vez en una charla que dio a un grupo homófilo y se popularizó gracias a su libro Society and the healthy homosexual1971. En una entrevista en 2002 comentó sobre el significado:Homofobia es simplemente eso: una fobia. Un temor que provoca un comportamiento irracional de huida o el deseo de destruir el estímulo de la fobia o cualquier cosa que lo recuerde.[8] 


 


Uso del término

Su uso en medios periodísticos, científicos, políticos, etc., pronto se popularizó. La Real Academia EspañolaDiccionario, y lo define como ‘aversión obsesiva hacia las personas homosexuales’. Antes, la palabra ya había sido recogida en otras importantes obras lexicográficas, como el Diccionario del español actual (Aguilar, 1999) de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos lo incluyó por primera vez en la vigésimo segunda edición de su 


 

Términos relacionados

Precursora de «homofobia» fue la palabra «homoerotofobia», creada por Wainwright Churchill en su libro Homosexual behavior among males (‘la conducta homosexual entre varones’), de 1967.
Desde la creación de la palabra «homofobia» se han propuesto diversas alternativas que no tienen relación con las fobias. «Heterosexismo» se refiere al hecho de privilegiar la heterosexualidad frente a la homosexualidad. La teoría queer y la teoría crítica usan los términos «heterocéntrico» y «heteronormatividad» para referirse a conceptos similares.
Cierta literatura psicológica ha sugerido el término «homonegatividad», reflejando la perspectiva de que los comportamientos y pensamientos considerados homofóbicos no están basados en el miedo, sino en una condena de la homosexualidad.[10] [11]
Buscando evitar tanto enfocar la psicología individual como lo hace la «homofobia», como enfocar los factores culturales como lo hace el «heterosexismo», el psicólogo Gregory Herek ha propuesto el término «prejuicio sexual», para referirse a «todas las actitudes negativas basadas en la orientación sexual, tanto si el objetivo es el homosexual, el bisexual o el heterosexual».[12] [13]
La palabra «homofobia» también se emplea a menudo junto con con otros términos que denotan intolerancia y discriminación. Coretta Scott King afirmaba en un discurso de en 1998 que «la homofobia se parece al racismo, el antisemitismo y otras formas de intolerancia, en que busca deshumanizar a un grupo de personas, de negarles su humanidad, su dignidad, su individualidad»[14] De manera similar, George Yancey, en un texto en Christian ethics today (‘ética cristiana, hoy’) asocia sexismo, racismo, distinciones de clase y homofobia entre ellas y las contempla como variedades de discriminación, aunque deja claro que no son idénticas.[15








 CRITICAS


Algunos investigadores prefieren el empleo de los términos alternativos. Por ejemplo, Gregory M. Herek, investigador de la Universidad de California en Davis, comparó los términos «homofobia», «heterosexismo» y «prejuicio sexual». Herek comenta que homofobia es «probablemente empleado más ampliamente, pero criticado más a menudo» y prefiere la expresión «prejuicio sexual» por ser más descriptivo y sin prejuicios sobre las motivaciones, además de que la expresión no tiene valor de juicio en cuanto a la irracionalidad o inmoralidad de aquellos a los que se les aplica.[16] Comenta:
Sus críticos señalan que «homofobia» sugiere implícitamente que las actitudes antigay se entienden mejor como un miedo irracional y que representan una forma de psicopatología individual, en lugar de ser un prejuicio reforzado socialmente.[17]
En 1980, Hudson y Ricketts propusieron «homonegatividad» argumentando que «homofobia» no era científica en cuanto que presuponía la motivación.[18]
Las CWA (Mujeres preocupadas por EE. UU.), un grupo de presión conservador, han calificado a la palabra «homofobia» como término engañoso que es «empleado por las personas progay para confundir y controlar el debate», definiendo toda oposición a la homosexualidad como irracional. Las CWA afirman que el campo progay no podrían identificar ejemplos de oposición no homofóbica a la homosexualidad porque definen toda oposición como «homofobia» e «intolerancia irracional».[19] CWA llama a esto «retórica engañosa».
La National Association for Research & Therapy of Homosexuality (Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad), una organización ligada al movimiento exgay, afirma que el término «homofobia» ha sido empleado a «menudo de manera incorrecta para describir a cualquier persona que se opone al comportamiento homosexual por razones morales, psicológicas o médicas». Afirman que, «técnicamente, sin embargo, el término de hecho define a una persona que tiene una fobia —miedo irracional— hacia la homosexualidad. El desacuerdo por principios, por lo tanto, no puede ser denominado homofobia».[20

¿Qué tan común es la gonorrea?

La gonorrea es una enfermedad infecciosa muy común. Los CDC calculan que más de 700,000 personas en los Estados Unidos contraen nuevas infecciones por gonorrea al año y menos de la mitad de estas infecciones son comunicadas a los CDC. En el año 2010, se notificaron a los CDC 309,341 casos de gonorrea.

¿Cómo se contrae la gonorrea?

Las personas contraen gonorrea al tener relaciones sexuales con alguien que tenga esta enfermedad. "Relaciones sexuales" quiere decir relaciones sexuales anales, orales o vaginales. La gonorrea puede ser transmitida a través de los fluidos corporales así el hombre no eyacule. La gonorrea también puede transmitirse de una madre que no haya recibido tratamiento a su bebé durante el parto.
Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse de nuevo si tienen contacto sexual con una persona que tiene la enfermedad.

¿Quién tiene riesgo de contraer la gonorrea?

Toda persona sexualmente activa puede infectarse con gonorrea. Es una enfermedad de transmisión sexual muy común. En los Estados Unidos, las tasas notificadas más altas de infección se registran en adolescentes, adultos jóvenes y afroamericanos sexualmente activos.

¿Cuáles son los síntomas de la gonorrea?

Es posible que algunos hombres con gonorrea no presenten ningún síntoma. No obstante, uno de los síntomas comunes en los hombres es la sensación de ardor al orinar o una secreción blanca, amarillenta o verdosa del pene que, por lo general, aparece entre 1 y 14 días después de contraer la infección. Algunas veces a los hombres con gonorrea les duelen los testículos o se les inflaman.
La mayoría de las mujeres con gonorrea no tienen síntomas. Incluso cuando tienen síntomas, por lo general son  muy leves y se pueden confundir con los síntomas de una infección vaginal o de la vejiga. Entre los primeros síntomas en las mujeres se encuentran una sensación de dolor o ardor al orinar, aumento del flujo vaginal o hemorragia vaginal entre períodos. Las mujeres con gonorrea corren el riesgo de tener graves complicaciones por la infección, aun cuando no presenten síntomas o sean leves.
Los síntomas de infección rectal, tanto en hombres como en mujeres incluyen secreción, picazón anal, dolores, sangrado o dolor al defecar. También es probable que las infecciones rectales no estén acompañadas de síntomas. Las infecciones de la garganta puede que provoquen dolor de garganta, pero por lo general no presentan ningún síntoma.